lunes, 8 de febrero de 2016

I Guerra Mundial (VIII) - El Tratado de Brest-Litovsk

La Paz de Brest-Litovsk es un tratado de paz firmado el 3 de marzo de 1918 en la ciudad bielorrusa de Brest-Litovsk (entonces bajo soberanía rusa, actual Brest) entre el Imperio Alemán, Bulgaria, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y la Rusia soviética. En el tratado, Rusia renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica de los Imperios Centrales. Asimismo, entregó Ardahan, Kars y Batumi al Imperio otomano. Con este tratado, Alemania reforzó el frente occidental con efectivos orientales.

La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial anuló el tratado. Solamente Finlandia y Turquía, sucesora del Imperio otomano, conservaron los territorios recibidos en Brest-Litovsk.

La entrada del Imperio ruso en la Primera Guerra Mundial significó el incremento de las penurias económicas que sufrían sus habitantes, quienes en su mayoría vivían en situación de completa pobreza; las derrotas militares y la creciente incompetencia del régimen zarista exacerbaron el descontento de las masas rusas contra sus gobernantes. 

Para febrero de 1917, el descontento popular contra la guerra fue uno de los factores que impulsaron la abdicación del Zar Nicolás II, ante la amenaza de una sublevación masiva contra la monarquía. El Gobierno Provisional Ruso de Aleksandr Kérensky tomó el poder, aunque competía con el Soviet de Petrogrado

Pese a que la mayoría de la población rusa deseaba concluir el conflicto contra los Imperios Centrales, Kérensky se negó a terminar la guerra, argumentando que la incapacidad del mando militar zarista era la principal causa de las derrotas y que una victoria importante incrementaría la fortaleza de su gobierno.

Conscientes de la inestable situación política en Rusia, el gobierno del Imperio Alemán decidió permitir el paso hacia territorio ruso a Vladimir Lenin desde su exilio en Suiza, con el objetivo de ayudar al movimiento anti-bélico de Rusia, promovido por los bolcheviques y los anarquistas; los alemanes esperaban así debilitar más a Rusia "sembrando pacifistas". Lenin salió de Suiza y cruzó Alemania de sur a norte en un tren blindado, extraterritorial. Atravesó Finlandia, entonces provincia del Imperio Ruso y llegó a Rusia el 3 de abril de 1917, para liderar a los socialistas más extremos, denominados bolcheviques (mayoritarios); para finales de este mes, dos millones de soldados rusos habían desertado en un período de dos meses.

La nueva ofensiva del Gobierno Provisional, llamada Ofensiva Kérenski, se convirtió en una jugada política clave para el sostenimiento del propio régimen. Los soviéticos, por su parte, ofrecían a las masas terminar la guerra.

La Ofensiva Kérenski se ejecutó el 1 de julio, y rápidamente se convirtió en un desastre, por la superioridad material de las tropas alemanas y la desmoralización de los soldados rusos, aún dirigidos por un cuerpo de oficiales de origen aristocrático mayormente incompetente. La efectiva propaganda soviética anti-bélica ya había hecho efecto en los soldados reclutados, en su mayoría campesinos, que veían a la guerra como un óbstaculo para el inicio de la revolución y la reforma agraria (el reparto de tierras) así como una inútil pérdida de vidas, además de ser la causante de mayores penurias y privaciones para las masas. El 14 de julio, después de haber conseguido tímidos progresos, la ofensiva rusa se estancó, siendo la principal causa la deserción masiva de las tropas. Para septiembre, el frente oriental se empezó a desmoronar con un nuevo avance de los alemanes.

Intentando salvar al ejército ruso de su propia destrucción, el general Kornilov encabezó un fallido golpe de estado, el golpe de Kornilov, en agosto. La repercusión del golpe fue negativa para Kérensky: los conservadores le retiraron su apoyo luego de haber arrestado (traicionado según ellos) a los líderes golpistas, y las clases populares desconfiaron aún más en Kérensky, al que acusaron de haber apoyado inicialmente a Kornilov.

Cartel de la época: Lenin expulsa a reyes, capitalistas, curas y militares
Para inicios de noviembre de 1917, la posición de Kérensky era lo suficientemente frágil para la ejecución de una "segunda revolución". Esta ocurrió el 7 de noviembre, con un exitoso levantamiento de los bolcheviques en San Petersburgo, que dio inicio a la Revolución Rusa.

Negociaciones iniciales

La Revolución de Octubre, realizada en noviembre de 1917, llevó a Lenin y a los bolcheviques al poder. Inmediatamente  y tras aprobar el Congreso de los Soviets el Decreto sobre la Paz se iniciaron las negociaciones para sacar a Rusia de la I Guerra Mundial. El 1 de diciembre se iniciaron las negociaciones para la firma de un armisticio. El 16 de diciembre dicho armisticio fue firmado, suspendiéndose las maniobras militares en todo el frente oriental al día siguiente, desde Lituania hasta la Transcaucasia.
Trotsky -comisario de exteriores- llega a Brest y es rodeado por militares alemanes

Lev Trotsky, que era el Comisario de Relaciones Exteriores del gobierno bolchevique, trató de prolongar lo máximo las negociaciones,que se iniciaron en Brest-Litovsk el 22 de diciembre. Dicha localidad era donde estaban ubicados los Cuarteles General alemanes del Frente Oriental. Trotsky se reunió con los siguientes representantes enemigos: el Comandante alemán del Frente Oriental, general Max Hoffmann, el Secretario alemán de Relaciones Exteriores, Richard von Kühlmann, el Ministro de Relaciones Exteriores austro-húngaro, el conde checo Ottokar Czernin, y el Gran Visir otomano, Mehmet Talat.

Trotsky se encontraba ubicado entre dos alas de los bolcheviques, cada una con distintas propuestas de finalizar la guerra.

Una ala radical, liderada por Nikolái Bujarin, aseguraba que las negociaciones debían iniciarse con el mero objetivo de ganar suficiente tiempo para que el recién creado Ejército Rojo se fortaleciese. Bujarin estipulaba que las negociaciones también revelarían las ambiciones territoriales de las Potencias Centrales, y que esto inspiraría a los obreros de Europa a alzarse en una lucha por el socialismo. Bujarin afirmaba que una paz duradera entre un estado capitalista y una república socialista no era posible, y se oponía firmemente a la firma de cualquier tratado.

La otra ala, representada por Lenin, consideraba que si bien la revolución obrera en Alemania era inminente, el gobierno del kaiser era muy fuerte todavía. Según Lenin, continuar la guerra significaría la efectiva invasión de Rusia por los alemanes y la caída del régimen bolchevique por causa de su propia debilidad militar. Afirmaba Lenin que el posterior estallido de otras revoluciones soviéticas en el resto de Europa permitiría a Rusia recuperar el terreno cedido a los alemanes, pero que era necesario que el gobierno bolchevique ruso sobreviviera hasta entonces. De esta manera, aunque concordaba con alargar las negociaciones de paz lo más posible, la llegada de un ultimátum alemán debía forzar la firma de un tratado de paz, con el objetivo de sacar a la naciente Rusia soviética de la guerra a cualquier precio.

Trotsky intentó conciliar ambas posturas, asegurando que si bien el joven Ejército Rojo era muy débil aún como para armar una fuerte resistencia al avance alemán, la firma de un tratado de paz debilitaría la posición bolchevique, dándole credibilidad a las acusaciones de sus opositores políticos (el Movimiento Blanco dentro de Rusia, y los gobiernos adheridos a la Triple Entente), quienes afirmaban que los bolcheviques estuvieron aliados secretamente con Alemania durante toda la guerra para así subir al poder en Rusia. Trotsky creía en retrasar las negociaciones, esperando el ultimatúm alemán, que sería rechazado. Este rechazo motivaría un levantamiento obrero en Alemania en contra de la guerra, pues Trotsky creía que los obreros alemanes rehusarían a continuar una guerra sólo por ganancias territoriales en territorio ruso que no beneficiarían a las masas trabajadoras. En 1925 Trotsky escribiría:

"Iniciamos las negocaciones de paz con la esperanza de que se alzasen los partidos obreros en Alemania y el Imperio austrohúngaro, así como en las naciones de la Triple Entente. Por este motivo fuimos obligados a retrasar las negociaciones lo más posible para que el obrero europeo tuviera tiempo para entender el principal objetivo de la Revolución soviética y, particularmente, su política de paz."

El 10 de febrero de 1918, incapaz de seguir alargando las negociaciones ante las Potencias Centrales (que ya duraban casi dos meses) y ante la impaciencia de los representantes alemanes y austríacos, Trotsky retiró a Rusia de la mesa de negociaciones, rechazando de plano las duras condiciones alemanas para la paz. Inmediatamente, los delegados alemanes le informaron que el armisticio finalizaría el 17 de febrero, respetando las condiciones de avisar al enemigo una semana antes, y desde el día 18 tropas germanas reiniciarían las hostilidades. 

Ante la inminente reapertura del frente ruso, Lenin le indicó a Trotsky que el gobierno soviético había hecho suficiente para explicar a los obreros europeos la situación, y que era necesario entonces firmar el tratado cuanto antes. Trotsky se negó, con la esperanza de que con la reanudación de la ofensiva germana se iniciase el tan esperado alzamiento obrero y/o militar en Alemania y Austria-Hungría.

Las operaciones militares se reiniciaron así el 18 de febrero, y en menos de 24 horas Trotsky quedó convencido de que el ejército del Imperio Alemán era capaz de derrotar fácilmente al Ejército Rojo, en tanto las tropas germanas habían avanzado docenas de kilómetros a lo largo del frente y durante todo el día, sin hallar resistencia rusa, y ocupando casi sin lucha todos los territorios que pudieron abarcar. El gobierno bolchevique había prometido a los reclutas rusos el fin de la guerra, y estos soldados preferían desertar de sus posiciones antes que luchar nuevamente contra los alemanes. Esa misma noche el Comité Central Bolchevique reunido en San Petersburgo envió un telegrama a los alemanes aceptando las duras condiciones de paz, aunque el ala de Bujarin siguió sin dejarse convencer.

Firma del Tratado

La respuesta alemana se demoró tres días en llegar, siendo recibida en San Petersburgo recién la noche del 20 de febrero. Para aquel entonces los ejércitos invasores habían penetrado fácilmente a lo largo de todo el frente oriental y avanzaron en unos días más de lo que habían conseguido en los últimos tres años. Como se esperaba, las condiciones para la paz propuestas por Alemania se habían endurecido al comprobarse que la Rusia bolchevique no podía ofrecer resistencia militar seria, pero aun así los miembros del Comité Bolchevique quedaron impactados por la severidad de las nuevas condiciones. No fue sino hasta dos días después (el 22 de febrero) que los bolcheviques abandonaron toda esperanza en el campo militar y accedieron a firmar la paz, sin embargo, Bujarin y su facción siguió insistiendo en continuar la guerra. Informados de esta decisión, los alemanes aceptaron de nuevo cesar las hostilidades, pero sin retroceder sus tropas.

El Tratado

El 3 de marzo de 1918, Trotsky, representando a la RSFS de Rusia, firmó el tratado de paz, compuesto por 14 artículos, en Brest-Litovsk. El Tratado puede ser condensado de la siguiente manera:
  • Artículo 1: Se declara el fin de la guerra.
  • Artículo 2: Los poderes firmantes suspenderán la propaganda contra el otro bando.
  • Artículo 3: Rusia renuncia a cualquier reclamación sobre los territorios al oeste de la línea de influencia trazada previamente. El futuro status de dichos territorios será determinado por Alemania y Austria-Hungría.
  • Artículo 4: Alemania continuará ocupando territorios al este de la línea de influencia trazada hasta que Rusia no desmovilice sus tropas. Batum, Kars y Ardahan serán despejados de tropas rusas y cedidas al Imperio otomano.
  • Artículo 5: Rusia debe limpiar sus aguas de barcos de guerra de las otras naciones aliadas. Rusia debe limpiar las aguas del Mar Báltico y Mar Negro de sus minas, e indicar las rutas de navegación seguras.
  • Artículo 6: Rusia debe suspender la lucha contra la República Popular Ucraniana. Rusia debe desocupar Estonia y Livonia, que serán ocupadas por policías alemanes. Rusia debe devolver a todos los habitantes de estas regiones que fueron deportados o arrestados. Rusia debe desocupar Finlandia y las islas Åland, incluyendo sus puertos. Si el hielo no permite que los barcos rusos dejen los puertos, debe dejarse una tripulación mínima en los mismos. Las islas Åland no deben volver a ser fortificadas.
  • Artículo 7: Rusia debe reconocer que Persia y Afganistán son estados libres e independientes.
  • Artículo 8: Los prisioneros de guerra de ambos bandos deberán ser liberados y devueltos a sus naciones de origen.
  • Artículo 9: Ambos bandos renuncian a reclamar indemnizaciones de guerra.
  • Artículo 10: Se reinician las relaciones diplomáticas entre ambos bandos.
  • Artículo 11: Las relaciones económicas entre los bandos serán definidas en otros apéndices.
  • Artículo 12: Las relaciones legales públicas y privadas serán discutidas en posteriores tratados, al igual que el intercambio de prisioneros y navíos mercantes en poder del otro bando.
  • Artículo 13: Se define la autoridad de los textos firmados.
  • Artículo 14: El Tratado debe ser ratificado en Berlín en un lapso inferior a dos semanas.
El Tratado fue ratificado el 15 de marzo. Después de firmar el Tratado, Trotsky criticó al Reino Unido y a Alemania por llevar a cabo una lucha para la división del mundo, no una guerra defensiva. También declaró:

"Estamos llevando a nuestro pueblo fuera de una guerra en anticipación a la inminente hora esperada, cuando los pueblos oprimidos de todas las naciones tomarán el destino en sus manos de la misma manera que los trabajadores de Rusia han hecho... Estamos aquí para notificar al mundo nuestra intención de retirarnos de la guerra... Al mismo tiempo, declaramos que las condiciones propuestas por los gobiernos de Alemania y el Imperio austrohúngaro son fundamentalmente inconsistentes con los intereses de todos los pueblos. Los trabajadores de todas las naciones rechazan estas condiciones, incluyendo a los de Alemania y Austria-Hungría".

Asumiendo la responsabilidad por la humillante paz, Trotsky renunció a su cargo de Comisario de Relaciones Exteriores poco después, pasando a desempeñar la función clave de Comisario de Defensa y Jefe del Ejercito Rojo.

Cambios territoriales

La línea trazada significaba en la práctica la pérdida de enormes territorios controlados por Rusia desde hacía varias décadas, e incluso siglos.
  • Se declaró que Letonia (Livonia), Estonia y Finlandia (con las islas Åland) serían independientes. Esta independencia sería asegurada por Alemania y Austria-Hungría.
  • La República Popular Ucraniana era reconocida por Rusia. Este Estado que  hacia  independiente a la nación ucraniana por vez primera en su historia había sido proclamado en 1917 y habia caido a continuación bajo el patronazgo alemán. La dependencia de Ucrania frente a Alemania ya se había formalizado en un tratado el 9 de febrero de 1918.
  • En un segundo tratado firmado en Berlín el 27 de agosto del mismo año, se le sumó a Rusia el pago de una indemnización de guerra de 6 mil millones de marcos alemanes de la época a Alemania.
De esta manera, el Imperio ruso (ahora sustituido por la Rusia Soviética) perdía prácticamente el territorio donde vivía un tercio de su población de pre-guerra, un tercio de sus tierras cultivadas, y el 75% de sus zonas industriales.

Consecuencias

* La derrota alemana en noviembre anuló este tratado, ya que no fue reconocido por los aliados en el Armisticio de Compiègne, firmado el 11 de noviembre de 1918. La caída de Alemania creó una situación de vacío en toda la antigua franja occidental del imperio zarista.

Aunque Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia se habían declarado estados independientes, las Potencias Centrales buscaron la manera de instaurar monarquías en dichos territorios, cuyos jefes de estado serían príncipes germanos. En efecto, en Lituania y Finlandia se nombraron monarcas de ascendencia germana. Se intentó hacer lo mismo en Letonia, Estonia y Polonia, pero la Revolución de Noviembre y la posterior derrota alemana en la guerra significó el fin de los reinos germanos bálticos. Los monarcas de Lituania y Finlandia renunciaron a sus tronos sin siquiera haberlos ocupado por motivo de la revolución alemana.

* Uno de los partidos representados en el Gobierno sovietico de la época, los Social Revolucionarios de Izquierda, se opusieron públicamente a los efectos del Tratado, rompiendo su acuerdo de coalición con los bolcheviques. Luego de que los Social Revolucionarios pronunciaran encendidas críticas contra el partido de Lenin y Trotsky en el V Congreso de los Soviets, el 5 de julio, planificaron y ejecutaron el asesinato del embajador alemán en Rusia, Conde Wilhelm Mirbach, el 6 de julio para intentar provocar la ruptura del Tratado y el reinicio de las hostilidades entre la Alemania imperial y la RSFSR. Poco después, se inició una revuelta en Moscú, conocida como la Revuelta de los Revolucionarios Socialistas de Izquierda, cuyo objetivo era levantar al pueblo contra los alemanes, pero fue reprimida por las fuerzas del Estado soviético.

* Las fuerzas de la Entente utilizaron la rubrica del Tratado de Brest-Litovsk como excusa y argumento para justificar su apoyo político, militar y material a los ejercitos blancos contrarrevolucionarios y desarrollar su intervención militar contra la Revolución Soviética. Así desembarcaron en distintos puntos de Rusia tropas de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Japón para combatir al Ejercito Rojo. Los motines de soldados y marineros  aliados destinados en Rusia que rechazaban pelear contra las tropas revolucionarias y las protestas en los paises de origen de los soldados obligaron a los Gobiernos aliados a retirar paulatinamente sus fuerzas expedicionarias.

Destino de los nuevos estados

Los efectos del Tratado de Brest-Litovsk no fueron duraderos, después de la Guerra Polaco-Soviética, Ucrania y Bielorrusia quedaron de hecho bajo control ruso de nuevo. De igual manera, las naciones de la Transcaucasia fueron sometidas entre 1920 y 1921. Además, las naciones bálticas fueron ocupadas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial (véase Ocupación de las Repúblicas Bálticas). Polonia fue invadida por la Alemania Nazi durante la Invasión de Polonia de 1939. Solamente Finlandia conservó su autonomía, aunque tuvo que realizar concesiones territoriales a Rusia después de las guerras de Invierno y la II Guerra Mundial (WIKIPEDIA, modificada).



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